“Al aplicarla en la raíz de las plantas, la humedad permite su siembra, cosecha y sobrevivencia, aun en temporadas de sequía”, explica Rico.
Las promesas del producto son revolucionarias. En la localidad de Aguahedionda, Jalisco, una zona fuertemente afectada por las sequías, explica, “la lluvia sólida aumentó cinco veces la productividad de los cultivos de maíz”. Además, afirma, “los costos de riego, fertilizantes y mano de obra pueden llegar a disminuir hasta en 80%”.
El producto ha sido destacado por publicaciones científicas y la BBC como un arma para enfrentar las sequías en todo el mundo. Y vaya que se necesita. Según estudios de Naciones Unidas, la mayor parte del agua en el mundo es utilizada en labores de riego.
El polvo de agua concentrada ya se está exportando a Argentina, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, India, Israel, Perú y Rusia. En México se usa en varios estados con mucho éxito y se dice que podría cambiar la agricultura en el sur y el sureste del país, donde hay fuertes temporadas de lluvias seguidas por largas temporadas de sequía.